Castilla la Mancha es una vasta extensión de tierra en la que posible la maduración de la uva en amplias extensiones, lo que aumenta la calidad de la uva al no estar las vides demasiado aglomeradas. La temperatura cálida y las muchas horas de luz en Castilla la Mancha hacen posible que la uva madure de una forma natural, dando un sabor muy característico a los vinos.
Estos dos motivos son los que hacen de los vinos de La Mancha unos de los más apreciados del mundo, pero además, en esta zona existen dos variedades de uva autóctona, Airén y Tempranillo, de gran calidad. Y gracias a la riqueza de la tierra y al clima, en los últimos años se han podido cultivar nuevas variedades que han dado como resultado una amplia selección de vinos para todos los gustos.
La denominación de origen Castilla la Mancha incluye vinos de cada una de las provincias de esta región, y entre sus caldos se pueden encontrar tintos, rosados y blancos. Los vinos de la zona de Castilla la Mancha dividen según el modo y el tiempo de maduración, o los procesos que se utilizan para la elaboración, en:
Vinos jóvenes , que se deben consumir en el mismo año de producción. Para mantener su aroma, en La Mancha, el sistema de producción se realiza controlando la temperatura del vino.
Vinos tradicionales, son aquellos que se elaboran manteniendo los sistemas tradicionales. Se sitúan en el tiempo entre los vinos jóvenes y los de crianza. Algunos de los más famosos de este tipo son Chardonnay o Cabernet Sauvignon.
Vinos de crianza, que han permanecido un tiempo inferior a seis meses en barrica. Son perfecto para acompañar a los famosos quesos de La Mancha, así como a carnes de caza, que en esta zona tienen gran calidad.
Reserva y Gran Reserva, vinos que han pasado un mínimo de 12 meses en barrica de roble, se trata de vinos que tienen un gran sabor. Los vinos de reserva y gran reserva de La Mancha son perfectos para regalar o para obsequiar a clientes.
Vinos envejecidos en barrica, en La Mancha es posible encontrar vinos que han pasado al menos 60 días en barrica, se trata de vinos algo inferiores de los reserva, pero que tienen ya un sabor propio y el carácter de los vinos de Castilla la Mancha.
Además, en La Mancha es posible degustar vinos espumosos, generalmente blanco, perfecto para celebraciones o para acompañar a los postres, y hechos con variedades autóctonas de uva.
Castilla La Mancha es una tierra tradicionalmente de producción de vinos con métodos tradicionales, y hoy en día cuenta con una denominación de origen propia, y que es la mejor garantía de la calidad de sus productos. Ya sean solos, o acompañados por los famosos quesos manchegos, los vinos de La Mancha pueden ser el prefecto reconocimiento que los clientes de una empresa sabrán apreciar. Una selección de vinos de La Mancha es siempre un detalle con el que acertar, ya sea para agasajar a empresarios o familiares.