Durante la época de Navidad, así como en las semanas previas a este precioso periodo del año, las calles de las ciudades y los pueblos se convierten en un espacio mágico, pues son decorados con deslumbrantes luces de Navidad, los escaparates de los comercios y tiendas se adornan con motivos navideños, belenes y otros detalles, creando una sensación única, pues sólo una vez al año vemos todos estos bonitos elementos.
En muchas ciudades y pueblos están tomando la costumbre de montar una pista de patinaje sobre hielo, normalmente en el centro, junto a todos los comercios más importantes y esas luces navideñas tan llamativas, mientras en los altavoces suenan villancicos y canciones variadas típicas de estas fechas. Estas pistas de patinaje también suelen situarse en centros comerciales, donde están directamente cubiertas, y así la gente puede acceder a ellas tras visitar las tiendas de juguetes y regalos.
Las pistas de hielo son el lugar perfecto para divertirse en familia. Tanto adultos como niños pueden gozar con las maravillas del patinaje sobre hielo. El acceso es muy sencillo: tan solo pagas tu entrada, te dan tus patines y ya puedes patinar durante un buen rato. Sin preocuparte de nada más que de no caerte.
Los niños y las niñas son los que más disfrutan en las pistas de patinaje, que están decoradas con motivos navideños. Vayas a la hora que vayas, siempre encontrarás un buen puñado de niños riendo y divirtiéndose, por lo que son el mejor lugar para llevar a tus hijos y pasar un rato memorable con ellos.
Si nunca has disfrutado de las delicias que te ofrece una pista de patinaje sobre hielo, la navidad es el momento idóneo para ello. Piensa que el resto del año no podrás ir a tales lugares, por lo que deberías ir de inmediato, para pasar momentos de diversión.